domingo, 27 de febrero de 2011

El concejal Román está triste ¿qué le pasa al concejal Román?

Dicen los círculos de su partido que la alcaldesa podía haberle prometido ir en el número 6 de la lista electoral, pero es posible que ahora se halla visto desplazado más allá de la posición 10. Es decir, se vería enviado a la frontera del lado oscuro donde uno puede perder su silla si el partido no consigue suficientes concejales. Sería el fin de los privilegios, prebendas y teléfonos móviles.

Y más allá, la nada, el vacío infinito. Oscuridad, frío y soledad.

jueves, 24 de febrero de 2011

Ayuntamientos y EREs

En toda la geografía nacional se han disparado las solicitudes de EREs por parte de los ayuntamientos dejando al descubierto uno de los grandes errores de gestión de los responsables municipales en toda España, que no es ni más ni menos que el uso de los Ayuntamientos a modo de empresas generadoras de empleo.

Avilés también ha presentado su ERE aunque en este caso motivado por otro error garrafal de gestión que ha consistido en "colar" gente en el Ayuntamiento de forma irregular.

El Ayuntamiento de Avilés no es una excepción a este mal y los números son abrumadores. El Ayuntamiento de Avilés es el mayor empleador de la comarca; más que cualquiera de ls empresas asentadas en el municipio. Por si sólo este dato es demoledor.

Dado que los Ayuntamientos no producen nada, sólo proveen de servicios y a veces de calidad discutible y su única fuente de financiación es el dinero público procedente de los bolsillos de los ciudadanos podemos ver los primeros síntomas de que algo funciona mal.

sábado, 19 de febrero de 2011

Veteranos de Sidi Ifni, en pie de guerra

Publicado por "El Mundo"

Veteranos de Sidi Ifni, en pie de guerra

Soldados españoles, en Sidi Ifni en 1957.Soldados españoles, en Sidi Ifni en 1957.
  • Unos 8.000 jóvenes fueron a la guerra mientras realizaban el servicio militar
  • Sin formación y calzados con alpargatas estuvieron en primera línea de fuego
  • Desde hace más de una década luchan por que se les dignifique e indemnice
  • Franco intentó silenciar el conflicto y alejarlo de la opinión pública
"Un día nos mandaron formar y a unos cuantos nos hicieron voluntarios para ir a la guerra de Ifni-Sáhara", cuenta José Riatós, presidente de la Compañía Expedicionaria de Transmisiones número 4 en esa contienda, a la que aclara que acudió obligado y puntualiza que "lo de voluntarios era un eufemismo".
Con 22 años, mientras realizaba el servicio militar obligatorio, fue enviado al Sáhara en un barco que partió desde Barcelona y que fue recogiendo combatientes en Valencia, Melilla y otras ciudades durante el recorrido, hasta llegar a El Aaiún, donde les dividieron en dos grupos que tomarían posiciones en las dos provincias atacadas por el Ejército de Liberación Marroquí: Ifni y el Sáhara Occidental.
Como él, unos 8.000 jóvenes participaron en el conflicto de Ifni y Sáhara entre 1957 y 1959, mientras realizaban el servicio militar obligatorio. Ahora, más de 50 años después, algunos han acudido a la vía judicial para reclamar el reconocimiento que por ley les corresponde.
Sin entrenamiento previo, inexpertos y calzados con alpargatas, muchos se vieron de pronto en primera línea de fuego. "Al llegar nos encontramos con soldados que regresaban del frente. Uno de ellos solo llevaba puesto un trozo de camisa", explica Riatós al recordar el verano de 1958, cuando después de varios meses de enfrentamientos los muertos, heridos y desaparecidos ya se contaban por decenas.

La guerra oculta

La guerra de Ifni-Sáhara, que estalló el 23 de noviembre de 1957, enfrentó a las tropas españolas con el Ejército de Liberación Marroquí por el control de las colonias del Sáhara Occidental.
Según sus protagonistas fue "corta, dura y extraña", pues, aunque el asedio a la ciudad de Sidi Ifni duró hasta 1969, los hostigamientos directos, que se extendieron al Sáhara, apenas duraron varios meses.
Un tercio del territorio de la provincia de Ifni se cedió a Marruecos a los pocos días de empezar la guerra, por lo que el régimen de Franco intentó limitar la repercusión del conflicto y mantenerlo alejado de la opinión pública; no estaban dispuestos a airear una derrota.
Desde las asociaciones de veteranos aseguran que la guerra se saldó con 300 muertos y más de 500 heridos, y recalcan que entre los fallecidos se contabilizaron unos 100 desaparecidos, cuyos cuerpos aún no se han encontrado, a la par que remarcan que los que regresaron tuvieron que lidiar con las "secuelas psicológicas" del conflicto.
Adolfo Cano, presidente de la Asociación de veteranos de Ifni del Levante español, también participó en la guerra, aunque su experiencia comenzó un año antes, cuando aún nadie se imaginaba que el pacífico paisaje de la costa atlántica africana se iba a convertir en un polvoriento escenario de guerra.
Acudió a Ifni, por aquel entonces la provincia número 51 del Estado español, para hacer allí el servicio militar. "Era una aventura agradable, sentía curiosidad por conocer África, con su lengua, su música y su clima diferente", explica, pero, a los cinco meses de estar como recluta en la capital, Sidi Ifni, se desataron las refriegas a las afueras de la ciudad.
"Era tirador y en los combates llevábamos un tarbuch, una especie de gorro de color rojo, que era una diana para el enemigo", apunta Cano. "Además, disparábamos con un mosquetón al que había que apretarle tres veces el gatillo para que saliera la bala, combatíamos con armamento obsoleto de la Guerra Civil", asegura.

Reconocimiento nominal

Al regresar de la guerra, les concedieron la medalla de campaña de Ifni-Sáhara, aunque tenían que correr con los gastos de la insignia: "Me dieron la documentación como que me concedían la medalla, pero tenía que comprarla, cosa que no hice por dignidad", apunta Cano, al que sus compañeros le regalaron la medalla hace dos meses en reconocimiento a su labor al frente de la Asociación de Levante, que lleva en marcha 10 meses.
Otras asociaciones de veteranos de Ifni-Sáhara vienen reclamando desde hace más de una década que se reconozca su situación, se les dignifique y se les indemnice. Esta insistencia tuvo sus primeros frutos en 2007 con la aprobación de la Ley de Carrera Militar.
En la disposición final novena de esta ley se reconoce "la entrega y sacrificio de los que, cumpliendo el servicio militar obligatorio, estuvieron integrados en unidades expedicionarias de las Fuerzas Armadas destacadas en el territorio de Ifni-Sáhara y participaron en la campaña de los años 1957 a 1959".
Además, se precisa que se "elaborará un listado de participantes en la contienda para estudiar posteriormente ayudas nominales", aunque, tanto Cano como Riatós, coinciden en señalar que este listado en lugar de agilizar los trámites está retrasando el proceso.
"Se escudan en él para darnos largas", asegura Riatós y recuerda que 8.864 cajas, depositadas en el Registro Militar de Ávila, contienen los nombres y apellidos de los que participaron en la guerra de Ifni-Sáhara.

Búsqueda en los archivos

Una empresa externa ha sido la encargada de proceder a la catalogación, organización y descripción de fondos documentales de Ifni-Sáhara conservados en el Archivo Militar de Ávila por un importe de 325.917 euros.
El director del Archivo, el coronel Ruiz Abeijón, ha indicado que el listado ya se ha remitido al Ministerio de Defensa, al haberse finalizado el trabajo de catalogación el pasado 31 de diciembre de 2010 y ha precisado que 24.953 personas están incluidas en esa relación.
Lo que por el momento se desconoce es el número de los que tendrán derecho al "reconocimiento nominal" ligado al servicio militar obligatorio y reconocido en la Ley de Carrera Militar y cuántas habrían fallecido. Adolfo Cano asegura que no han recibido ninguna notificación en la que se les comunique que el listado ya está concluido.

Esperando a Defensa

Han pasado dos años desde que se aprobó la ley que reconoce a los veteranos de Ifni-Sáhara, por lo que el "estancamiento" del caso ha sido el detonante para que el asunto llegue a los tribunales. "Veíamos que iba pasando el tiempo y que los compañeros se iban muriendo, así que decidimos interponer en octubre una demanda ante la Audiencia Nacional", manifiesta Riatós.
La asociación que él preside reclama 36.000 euros por cada veterano, una cifra que se basa en la indemnización que reciben los soldados por heridas sufridas en misiones de paz. "Sabemos que no es comparable; una misión de paz ya lo dice la palabra, es de paz, y nosotros estuvimos en una guerra, pero hemos cogido este baremos como orientación".
Cano asegura que las medidas que ellos llevan a cabo están más enfocadas al reconocimiento moral y subraya que han escrito hasta cuatro cartas a la ministra de Defensa, Carme Chacón, reclamando soluciones e incluso se han dirigido al Rey para que interceda por ellos.
Su última misiva, dirigida a la Subsecretaría de Defensa, pretende aclarar el significado de ese "reconocimiento nominal" recogido en la Ley de Carrera Militar de 2007, a la vez que pide "celeridad" en los trámites, por la avanzada edad de los afectados, y un reconocimiento expreso de la mili "tan diferente" que miles de jóvenes tuvieron que realizar "con las armas en las manos".
Cano asegura que se conformarían con la dignificación de los que estuvieron en esa guerra y de los que tuvieron que aguantar el asedio a la ciudad de Sidi-Ifni hasta la cesión a Marruecos en 1969.
Para ello, reclama "un acto castrense en Valencia o Alicante", un "rancho de confraternidad con la tropa y oficiales" -como se llama en el argot militar- y un "diploma individual" para los combatientes, coincidiendo, además, con el 50 aniversario de la jura de bandera en Ifni de un grupo importante de asociados del 61.

sábado, 12 de febrero de 2011

El síndrome de Zapatero o la soberbia imperial

Allá por el 2004 se publicó un libro en EEUU titulado "Imperial Hubris" o soberbia imperial y versaba sobre la borrachera de poder que invade a algunos líderes, especialmente cuando creen que son los únicos poseedores de la verdad.

Aquí tambien se lo ha comparado con el síndrome de la Moncloa. Este artículo de "El Confidencial" lo ilustra muy bien.

¿Qué te pasa, Zapatero?

viernes, 4 de febrero de 2011

Una predicción sobre Cascos y su partido

Todo el mundo dice lo arriesgado que es hacer cualquier tipo de predicción en política y más si hablamos de resultados electorales. Como a mi me gustan los retos me pondré a prueba y veremos dentro de unos meses cuan acertado estuve. El tema es un poco largo, así que paciencia.

¿Cual será el efecto de Cascos y su partido en la elecciones asturianas? Yo creo que tiene dos grandes componentes, el autonómico y el municipal.

El autonómico presenta el mayor reto. Que Cascos despierta pasiones encontradas ya lo sabiamos y en las úlimas semanas ha quedado más claro que nunca, y aquí está la gran debilidad y fortaleza del proyecto, que es un proyecto alrededor de una sola persona. Lo que probablemente ocurra es que muchos votos vayan a parar a Cascos y su formación; la pregunta del millón es que votos serán esos. No hay duda de que una parte vendrá de actuales votantes del PP, y no hay duda de que le hara cierto daño electoral a nivel autonómico. También arrastrará a otros votantes, sobre todo los apáticos que tienden a la abstención e incluso a los relativamente apolíticos que sencillamente quieren ver fuera del gobierno a un PSOE muy desgastado y golpeado por la corrupción en lo que parece la Andalucía del norte.

Sin embargo la clave de las elecciones autonómicas es la ignorancia de la mayoría del electorado acerca del sistema de reparto de votos. La mayoría de la gente no sabe de leyes, para eso contratamos abogados, y la ley electoral es eso, una ley. Arrastrados por la pasión levantada por el propio Cascos en la mente de la mayoría de la gente un voto es un voto, pero en la ley electoral española un voto no es exactemente un voto. La ley electoral se rige por un complejo sistema de distribución y porcentajes de voto (el llamado sistema D'Hondt), así, dependiendo de su circunscripción electoral su voto sencillamente puede no valer nada, ya que los candidatos necesitarán un mínimo de votos por zona para que éstos sean válidos. Dicho de una manera más sencilla, muchos de los votos que irán a parar a Cascos sencillamente se desperdiciarán.

¿Confuso? Lo diré con otras palabras. La pregunta clave no es si Cascos quiere ser el Presidente del Principado (claro que quiere), la pregunta correcta es si tiene alguna opción de serlo. La respuesta es NO. Es matemáticamente imposible de acuerdo con el sistema de voto existente.

La predicción. Cascos conoce perfectamente el sistema de ditribución de votos, y sabe que para ganar las elecciones necesita que le voten todos los votantes del PP de toda Asturias más un buen número de votos de indecisos, de gente que normalmente se abstiene y ¿del PSOE?. Es decir, no tiene opción alguna de ganar las elecciones, y él lo sabe. ¿Qué ocurrirá entonces? Muy sencillo, él sabe que ha creado un gran efecto mediático y sabe que captará votos, y sabe que eso le garantizará sacarse su propio escaño y probablemente nada más al margen del daño que pueda querer inflingir al PP aún a costa de porder dejar la región cuatro años más en manos del socialismo e IU. Es decir, todo parece que usará a los ilusionados electores por el cambio para garantizarse su silla y se acabó. No hay más.

Las elecciones municipales, la otra parte de la historia, ofrecen opciones nulas para el partido de Cascos, principalmente porque Cascos no se presenta a ningún Ayuntamiento. Los candidatos de cada pueblo por el partido de Cascos serán ex del PP, decontentos y gente que se quedó en la cuneta política y ademas formarán grupos enfrentados internamente. La mayoría no despertará mucho interés y los votos de buena voluntad que vayan a ellos seguramente se perderán sin más.

En definitiva, es un poco el mismo efecto que Rosa Díez. Ella sabe que nunca podrá ser Presidenta del Gobierno de España, pero mientras mantenga el tirón de unos miles de votantes se seguirá asegurando su asiento y su estipendio.

Clístenes
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