Así pues, una de exploraciones.
Cuando hablamos de ciencia o cultura es imposible tratar de restringir el ámbito de la discusión a un apequeña zona gegráfica como es Avilés. La tecnología actual nos lleva más allá de nuestras fronteras como villa, región o pais e incluso como planeta.
Se cumplen este año 400 años de la invención del telescopio, al menos de la formalmente reconocida a Galileo Galilei, aunque hay referencias a otros dispositivos similares en esa misma época. Mientras tanto en los últimos años se suceden las noticias sobre las misiones de exploración espacial y sobre otras aún más ambiciosas que proponen enviar seres humanos a Marte y volver a la Luna.
A mi me gustaría hacer una reflexión acerca de hacia donde se encaminan nuestras futuras exploraciones y esfuerzos. En las últimas década se han invertido cantidades ingentes de dinero en la exploración espacial que ha acabado convirtiéndose en la actividad estrella de la ciencia. No cabe duda que esta disciplina evoca grandes retos y logros, es también cierto que su tecnología ha conseguido entrar en nuestras casas y sus aplicaciones han mejorado nuestra vida.
Pero también es cierto que otras disciplinas se han visto desplazadas, apenas han conseguido fondos y tienen poca llegada al gran público; desgraciadamente esto último también cuenta en los tiempos que vivimos. Como ejemplo baste mencionar el empuje sufrido por la Paleontología tras el éxito de Parque Jurásico. Esta ciencia ha sufrido la cara y la cruz, los dinosaurios captaron toda nuetra atención pero otros seres de otras épocas apenas si han salido de su reducido círculo de estudiosos (primitivos mamíferos, tempranas formas de vida en los océanos o los mismos homínidos antecesores de los humanos sólo por citar algunos ejemplos).
La mayoría de la gente piensa que nos dirigimos al espacio porque ya hemos explorado nuestro planeta y la progresión natural es ir más allá. Pero esta impresión es equivocada. No conocemos nuetro planeta ni mucho menos y no es cierto que ya no queden zonas sin explorar.
Apenas si hemos explorado los mares. Hace sólo unos días aparecían nuevas especies de corales en la costa de Cádiz, y hace unos meses se descubrían nuevas especies en Canarias, sólo por citar a España. No sabemos casi nada de los fondos marinos, especialmente de las grandes profundidades a donde aún no hemos conseguido llegar. En algunas zonas del planeta el hombre aún no ha puesto un pie (esto no es necesariamente malo), selvas como las de Borneo, Vietnam, la Cuenca del Amazonas o incluso en América dle Norte nos son aún desconocidas.
Ni siquiera comprendemos la dinámica del planeta. No sabemos como es el interior de la Tierra ni el comportamiento que tiene su nucleo, las mayores perforaciones han llegado a unos cientos de metros que es como arañar la piel de una naranja.
Quizás la verdad no esté ahí fuera, sino aquí dentro y por ello deberiamos concentrarnos en aprender más sobre el mundo en que vivimos antes de tratar de llegar a otros donde podamos cometer los mismos errores.
Eskimo
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Cortesía de la NASA