jueves, 16 de octubre de 2014

Villa, el enemigo en casa

Finalmente explotó y la realidad de la corrupción también ha llegado a la casta de la Cuenca que se creía por encima del bien y el mal. No crean que Villa ha sido el único, este tipo de cosas no se pueden hacer aisladamente, necesitan necesariamente de la colaboración de más personas y no resulta creíble que más gente no estuviera al tanto de todas estas maniobras desde hace años. La madeja se empieza a desenrollar y saltan noticias de que cobra una pensión de invalidez sin que aparentemente nunca hubiera un accidente y la lista sigue.

Pues bien, el gran abanderado de los Fondos Mineros que clamaba eran necesarios para el futuro de la Cuenca tras el carbón, que señalaba a los Gobiernos de Madrid como grandes responsables de los males de la Cuenca y que gustaba de quemar neumáticos ha resultado ser el mayor farsante de todos.

Si usted fuera un ciudadanos de Holanda o Dinamarca al que se grava con una parte de impuestos para luego ser usados en zonas más "desfavorecidas" de la Unión Europea ¿qué pensaría al descubrir que parte de ese dinero ha acabado en los bolsillos de unos pocos? Yo creo que se les quita las ganas de volver a poner un sólo euro y volvería a tildar a los españoles de vagos y corruptos haciendo honor al cliché.

Los fondos mineros están a punto de expirar, esta vez sin posible renovación ni vuelta atrás. A estas alturas los millones que se inyectaron tenían que haber creado un tejido industrial que garantizara el futuro de alguna actividad industrial en la Cuenca más allá del carbón. Décadas después no hay nada y el dinero ha desaparecido.

La próxima vez que alguien vaya a quemar neumáticos recuerde esto y que quienes despojaron a la Cuenca de su futuro no son otros que los de casa, pídanles responsabilidades a ellos.