He tardado casi 24 horas en recuperarme del espasmo que sufrí ayer cuando al abrir un periódico local vi una foto del concejal Román presentando un ciclo de conferencias sobre la Constitución de 1812.
La Constitución de 1812 (la "Pepa" popularmente por ser proclamada el día de San José de 1812) representaba un intento español por abrirse al liberalismo y a la democracia y así abandonar el absolutismo y el despotismo que hasta entonces había caracterizado a los regímenes europeos, sumándose a los nuevos principios de derechos universales tras la Revolución Francesa y la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América.
Ver al concejal Román hablar de la Constitución de 1812 es una broma macabra ya que él ha protagonizado los mayores actos de despotismo y absolutismo en la política de cultura de Avilés. Como muestra recuerden los conflictos con las Cofradías de Semana Santa y el lazo anti-aborto o el todavía abierto conflicto entre el Intercéltico y él mismo que creó el Beltaine con dinero público para contrarestarlo.
También deben recordar la reticencia del concejal Román a responder de su gestión en los plenos del Ayuntamiento y las esperpénticas contestaciones citando la Biblia, pero al fin y al cabo sin responder antes los ciudadanos que pagan su sueldo y le otorgan el cargo que ocupa.
Todo precisamente contrario al espíritu de nuestra primera Constitución en 1812.
Torrero
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