He aquí un ejemplo de lo que puede ocurrir en Avilés. Esto les ha pasado a los italianos con otro Niemeyer cerca de Nápoles, y recuerden que estos serían capaces de vender hielo a un esquimal.
Teniendo en cuenta que en el de Avilés sólo ha habido algunos conciertos de grupos nacionales, nada que pueda mover a las masas internacionales y alguna otra visita como Woody Allen, que ya venía a Oviedo en cualquier caso, la cosa no pinta bien.
Ya saben cuando vean las barbas de su vecino pelar...
El Niemeyer italiano no tira