Todos parecen pensar que el PP o el PSOE son los peor parados de las elecciones y Podemos el triunfador, yo creo que en realidad es más bien lo contrario.
Podemos ha fallado en su objetivo único, gobernar, y aunque parece que se ha convertido en eso que llaman un partido bisagra el escenario es bien distinto.
Podemos tiene ahora 2 grandes problemas. Por un lado muchos de sus escaños no son suyos si no de sus socios independentistas. Tan sólo una semana después de las elecciones ya han surgido diferencias y enfrentamientos que serán irreconciliables si Podemos persiste en la unidad de España, deberá pues retratarse y eso tiene un precio. El impacto no es sólo para la formación política también lo es a nivel personal para Pablo Iglesias. Dar mítines y gobernar son dos cosas muy diferentes y controlar una organización que ha crecido explosivamente aún más. Iglesias nunca ha dado señales de ser un caudillo, un líder carismático con la capacidad de amalgamar el batiburrillo de formaciones que tiene adheridas. Muchos de los socios de Podemos lo son por conveniencia para explotar su tirón y no porque se adhieran a la filosofía de Iglesias. Pablo Iglesias a sido resultón ante un micrófono pero está lejos de conocer a aquellos que le han inflado sus escaños en varias Comunidades y claramente desconoce las agendas particulares de estos, que ahora que tienen los votos y los escaños veremos que lealtad demuestran si no se han olvidado ya.
El segundo gran problema de Podemos es el tiempo. Podemos necesita un resultado rápido que no parece que vaya a llegar. Esto es algo muy sencillo, lo más probable es que el PP acabe gobernando en minoría y Podemos tendrá 2 ó 3 años de larga oposición. Dos años en política son una eternidad para que afloren todo tipo de problemas y muchos de sus votantes, sobre todo los flotantes, verán que en la oposición pueden hacer poco o nada y se volverán un grupo más en el congreso. Es el mismo escenario de UPyD, de Foro y puede que de Ciudadanos, partidos basados en el personalismo de su líder que una vez que desaparece o fracasa tiende a colapsarse. Adiós a UPyD tras fallar en su intento de desplazar al PSOE, adiós a Foro tras la marcha de Cascos y veremos Ciudadanos. En el caso de Podemos Iglesias será incapaz de ofrecer ningún resultado a sus votantes y no tardarán en pedir su cabeza, probablemente empezando por sus allegados (la traición siempre viene de dentro) y quien llegue seguramente tienda a radicalizarse aún más en una huida hacia delante. Todo esto ya se ha escrito en política.
Así que ya lo ven, el mayor problema lo tiene Podemos.