En otros paises existe un considerable movimiento social que es en gran medida independiente del color del gobierno de turno. La sociedad civil se agrupa en organizaciones, no subvencionadas por los gobiernos, para defender los deseos particulares de cada una. A veces es educación, otras ayuda social, otras promoción del deporte y un largo etcétera. Pero todas son capaces de ejercer una gran presión y actuar como guardianes.
Este proceder no se limita sólo a algunos de nuestros vecinos europeos o transatlánticos, en las últimas semanas ha habido un claro movimiento social en Irán; de acuerdo que con tintes políticos y sin punto de comparación alguno con Occidente, pero la sociedad se ha movilizado al fin y al cabo.
Por el contrario, la sociedad de Avilés, o la asturiana o la española está totalmente inerme. Lo que se observa en Avilés desde hace meses no es más que un pequeño laboratorio del cariz que empieza a tomar el resto del pais.
El paro en la ciudad aumenta y aumenta, la demanda de salarios sociales se dispara, cada vez hay más comercios cerrados y la lista sigue. Mientras tanto el Ayuntamiento se está embarcado en proyectos faraónicos muy caros y que nadie entiende en los tiempos que corren; baste como ejemplo la pasarela del Niemeyer; el dinero tan necesario se malgasta en algo que no gusta a nadie y que claramente parece una mala solución incompleta y temporal.
Asturias cada día se hace más popular como la Andalucía del Norte, donde a partes iguales la población se divide en trabajadores, prejubilados/jubilados y funcionarios. Todo ello perpetuado por el inmovilismo oficial y las organizaciones afines cuyo discurso sólo consiste en pedir ayudas al carbón cada vez que estas se acaban y asegurarse su propia existencia mientras que el que venga detrás que arree. Y el futuro de sus propios hijos y puede que de alguna generación más se da ya por perdido.
Del gobierno de la nación mejor ni hablamos porque daría risa si el tema no fuera tan serio. Ha perdido toda credibiidad dentro y fuera de nuestras fronteras y ya no puede ocultar que llevan años dando palos de ciego y sin más plan que la improvisación. Filtraciones, rectificaciones, acuerdos al margen, oscurantismo...
¿Y dónde está la sociedad civil? Pues no está ni se la espera. Cada vez que alguna empresa cierra, aquí especialmente nos gusta dar la misma respuesta: "Pues debería venir el gobierno a poner algo". Jamás he oído a nadie decir que "deberiamos poner algo". Y por supuesto nada arranca sin subvención previa.
Nos han convencido de que cuando se ha pasado por la urnas hay que tragarse el resultado 4 años. Pues eso no es cierto y tampoco es democracia dicho sea de paso. La democracia no consiste en ir a votar cada 4 años, va mucho más allá. De hecho, aunque este gobierno hubiera sido elegido hace 6 meses tenemos en nuestra mano desalojarlo en cualquier momento. No piensen mal, no hay amenaza velada alguna, sólo se trata de que la sociedad se movilize y con la presión adecuada puede forzar la salida de cualquier gobierno que quiera.
Una sociedad civil organizada puede movilizar a sus miembros para rectificar el rumbo de los acontecimientos. Organizaciones civiles, desde los de apoyo a la tercera edad, pasando por medioambientales, educación, económicas y culturales pueden movilizar a su gente para presionar a un gobierno incompetente e inexistente.
Pero aquí...
Los sindicatos están subvencionados por los presupuestos generales del estado. Hace un par de semanas se publicaba la cifra de que España tiene al menos 350.000 liberados, es decir, más de un cuarto de millón de personas que cobran pero apenas si producen nada.
Los medios de comunicación, el cuarto poder, son en realidad un poder integrado en el gobierno y no osan salirse del discurso oficial.
Las grandes asociaciones también están en la nómina oficial. ¿Esperaría Vd algo de la SGAE cuyo único objetivo es la recaudación? ¿y de aquellos del "no a la guerra"? La presencia militar española en Afganistán se ha elevado a más que la que hubo e Irak y otro soldado español acaba de morir allí, por cierto ¿dónde están los del "no a la guerra"? ¿no salen a la calle porque no han recibido la subvención?
En cualquier pais decente, cualquier gobierno hubiera dimitido al verse incapaz, vease el caso de Islandia. Aquí eso no va a ocurrir aún sabiendose inoperantes, agotarán su mandato pase lo que pase.
La única opción es que la propia sociedad los desaloje con su presión, pero eso aquí no existe. Al fin y al cabo lo que tenemos en Avilés y el resto del pais es lo que votamos, y como no estamos dispuestos a hacer nada pues tenemos lo que nos merecemos.
Se siente.
Honorius
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