El nuevo gobierno planea el nuevo curso e introducirá cambios que lógicamente conllevarán cambios en los textos de los alumnos.
¿Para cuando estos textos en formato electrónico como eBook o en PDF descargados de internet o en un CD? ¿Porque obligar a los padres a desembolsar por textos en formato de libro tradicional? Las editoriales saben que los niños tienden a destrozar los libros y muchas veces los hermanos que vienen detrás han de comprar otros nuevos desembolsando una segunda vez por lo mismo.
Para las editoriales es un negocio pero en realidad se podrían suministrar los textos en formato electrónico y los padres decidir lo que imprimir y cuando, hacer el libro para el niño y sería reutilizable tantas veces como fuera necesario mientras el texto estuviera vigente. Ni que decir tiene que el niño no tendría que acarrear los libros todos los días, unos pocos capítulos impresos de cada materia serían suficientes.
Un libro electrónico en el extranjero cuesta hasta 5 veces menos que uno en papel. Ni que decir tiene el desahogo que esto supondría para las maltrechas economías familiares. Asturias se enfrenta a unas nuevas elecciones y a la posibilidad de instaurar esta novedosa fórmula. El nuevo gobierno sólo tendría que presionar un poco a las editoriales que aunque ganaran menos tendrían una legión de clientes satisfechos.
Las editoriales en España dejan las nuevas tecnologías de lado para seguir cosechando su beneficio, ahora que acabamos de saber que Amazon ha vendido docenas de miles de su lector electrónico compitiendo con la propia Apple. La legislación española tampoco ayuda y los pocos libros españoles en este formato cuestan casi tanto como los de papel, lo que es claramente una tomadura de pelo al desaparecer los gastos de impresión y distribución.