Lo que se puede aprender leyendo el BOE. Esta gráfica muestra la financiación pública recibida por los sindicatos los últimos años, y sólo cubre los presupuestos nacionales ya que autonomías y ayuntamientos como el de Avilés ofrecen otras subvenciones aparte.
Yo cada día soy más partidario de que los sindicatos deberían financiarse como la Iglesia, es decir, con el dinero de sus fieles. Con las cuotas de sus afiliados y creyentes. No se puede entender que millones de españoles tengan que pagar por un club al que no pertenecen.